Luego de la presentación de Gwendolyn Díaz Ridgeway, que hizo un
recorrido por su obra, siguió un diálogo entre Luisa e Irene Chikiar Bauer, en
el que recordaron momentos de su vida y también se refirieron a temas
principales de su literatura; la conexión de sus libros con los viajes, y como,
el ir y venir de esta autora, viajera
impenitente, se refleja en su literatura. Siempre con un pie en la Argentina y
otro por el mundo, Luisa se asumió definitivamente argentina.
Presentación de Gwendolyn Díaz Ridgeway Cortesía MALBA |
Cortesía MALBA |
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A eso le siguió
algo inédito en encuentros o Jornadas.
Escritores de distintas generaciones y que destacan en diferentes géneros,
releyeron la obra de Luisa y la intervinieron con sus propias palabras. El
resultado fue asombroso, divertido y sobre todo muy creativo. Así como toda
lectura es una forma de reescritura, cuando un escritor lee a otro escritor
puede ocurrírsele modificarla. Eso es lo que sucedió en Malba cuando, en
intervenciones de dos minutos cada una, se sucedieron las lecturas de textos en
las que escritores entramaron sus
palabras con las de Luisa al ritmo vertiginoso de estas Jornadas.
Cortesía MALBA |
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